Una mesa campestre entre campos de colza para celebrar el amor
Buenos días familias ¿Qué tal? Hoy os queremos enseñar la mesa campestre entre campos de colza con la que el manitas y yo celebramos nuestros 17 años de casados. ¡Y 23 añazos juntos! ¡Toma ya!
Lo cierto es que no solemos darle demasiado importancia a estas fechas, ni a San Valentín, ni... pero cualquier día y cualquier excusa es buena para celebrar la vida y el amor. Este año se alinearon los astros: Estábamos solitos, hacía más o menos buen tiempo y decidimos regalarnos una cena íntima al aire libre entre campos de colza, un lugar cercano a nuestra casa que ya teníamos fichado.
Una mesa campestre entre campos de colza
La idea era celebrar y así lo hicimos, pero hacía tanto que no cogía la cámara, que con ese escenario tan mágico no pude resistirme ¡Cómo no captar el momento!
Gracias a ello me volví a enamorar, no sólo del manitas, mi compañero de vida; sino de mi gran pasión por la fotografía, por las cosas bonitas, por el estilismo, por la luz, por crear... Recordé con una enorme felicidad por qué abrí el blog. Ese amor sigue en mí.
A pesar de mis dolencias y de que de las redes sociales y sus algoritmos han cambiado taaanto y me tienen castigada por mi tiempo de descanso, quiero seguir adelante con estas pasiones, por ti que me lees, pero sobre todo por mi, porque me llena, me nutre ¡Y hace que el tiempo se pase volando con una enorme sonrisa!
Por eso, voy a intentar darle más amor y tiempo al blog, a la fotografía, a los proyectos DIY... y tal vez menos a las redes sociales ¿No os parece que el tiempo se pasa volando y a veces no podemos dedicarlo a lo que nos gusta más? Es el momento de organizar nuestras prioridades, ahora y siempre ¡Seguimos aprendiendo!
6 claves para vestir una mesa campestre
Hoy hemos preparado 6 claves para que vestir una mesa campestre sea pan comido. ¿Listas para vestir vuestra mesa campestre? ¡A por ellos!
1. ¿Mantel o mesa?
Si disponéis de una mesa maravillosa de piedra o madera, puede ser buena idea jugar con las texturas del propio material y sustituir el mantel por unos bajo-platos de fibras naturales o un camino de mesa de tejido natural. Si como nosotros, vais con una mesa plegable o una mesa tipo camping, elegid un mantel grande que llegue hasta el suelo, así cubriréis esa pata metálica que puede estropear el estilismo. Mis estampados favoritos son los cuadros ¡de todos los colores! pero uno floral o uno neutro también quedaría bien ¡Todo es saber mezclar colores y texturas!
2. Gama cromática
Y el color es precisamente, otro de los factores determinantes a la hora de acertar con un montaje. Podemos optar por un diseño a todo color, pero normalmente, elegir una gama cromática equilibrada suele ser lo más acertado. Creando armonías de color, conseguiremos una paleta de color con un efecto estético agradable. Como os contamos aquí, estas son las mezclas de colores más habituales: Paleta monocromática, de colores análogos, complementarios, complementarios divididos, triádicos o tetrádicos.
Si necesitáis ayuda para elegir estos colores, para una mesa campestre o para decorar vuestra casa, hay varias webs que ofrecen gamas cromáticas listas para usar. Os recomendamos Coolors, el blog Color-colective o Adobe Color ¡Provarlas y nos contáis!
En nuestro caso, hemos elegido un esquema de color análogo, usando el amarillo de los campos de colza como color principal, matizado por el marrón del mantel y aportando frescura y color en contraste, a través del verde de la naturaleza y de la comida.
3. La comida también decora
Porque, señoras, la comida también decora. No es casualidad que las estilistas más experimentadas o las revistas de decoración más potentes usen este recurso en todos los estilismos. La comida aporta color, textura, contraste y verdad a la escena. Pero lo más importante a tener en cuenta para elegir una u otra, va más allá de su color... ¡Se trata de crear una escena atractiva pero sobre todo real!
Imaginación al poder, familias, pero con coherencia... ¿Me llevaría una tarta gigante para dos a un campo de colza? Podría quedar muy vistoso pero seguramente no sería la mejor opción... ¿Y unas uvas, queso y nueces? Esta idea me resuena más ¿A vosotras?
4. Centro de flores
Las flores siempre es bien, pero usando la misma coherencia... Si vas al campo, no te llevas un gran jarrón, sino una pieza ligera que muchas veces puede tener un uso práctico real en esa mesa campestre: un vaso, una jarra de agua, una botella ¡e incluso una composición de platos y vasos apilados! Se trata de sacar partido a las piezas que tenemos y embellecerlas con flores del espacio en el que estamos. En nuestro caso, unas ramitas de colza amarilla ¡cómo no! y eso sí, colocados sin más, para enfatizar aún más la idea de que está recién recogida
5. La luz es la clave
Al amanecer o al atardecer... no hay más opciones si buscáis unas fotos con una luz cálida, amable, y dulce... evitando así los contrastes entre luces y sombras propis de las horas centrales del día. Además, ¿Qué mejor que un bello atardecer para disfrutar de una mesa romántica para dos? ¡A disfrutarlo!
6. Cuidar los detalles
Y para acabar, vamos a poderle cariño cuidando los detalles: un candelabro de latón antiguo, una cesta de mimbre, unas copas con las que brindar, servilleteros personalizados, tejidos naturales, tablas de madera DIY, un sombrero de paja, algún cómodo cojín... ¿Qué detalles te gusta más?
Todo ello hará el escenario perfecta para unas fotos para el recuerdo
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Seguro que todas sabéis de un lugar maravilloso por el que pasáis de vez en cuando y para el que nunca tenéis tiempo.... ¡El momento es ahora! Preparad un mantel de cuadros, flores o tejido natural, una comida rica ¡Y disfrutad de una mesa campestre en ese lugar mágico!
¡Sed felices!
